1 de enero de 2011

Vacíos singulares

Josep Martínez
Cuando uno es profesor, y especialmente de ciencias, debe acostumbrarse a que los alumnos le pregunten a menudo “¿Profe, crees en Dios?” En parte no comprendo su interés. Si no obedecen cuando les mandas sentarse, o faltan a tus clases para estudiar para otras materias, no entiendo que pretendan seguir lo que yo crea o deje de creer. Es más, me empecino en desmitificar el carácter dogmático de la ciencia para que no crean sin más. Suelo hablarles de Einstein, de Planck… ejemplos de que hay que separar ciencia y religión lo cual no significa negarla. Si insisten “ya, pero no has contestado a la pregunta” les suelo responder “hay vacíos que no se pueden llenar con puntos”.

Todo se remonta al caso de un alumno, que hace años andaba dándole vueltas al punto. “Profe, un punto debería ser materia, porque materia es todo aquello que ocupa un lugar en el espacio”. A lo que yo le respondí que un punto no ocupa lugar, es adimensional. “Pero entonces, un punto es como los fotones. No tienen masa, pero son algo”. Y le dije que sí, los fotones son algo. Son partículas, que tienen una longitud de onda asociada, y una energía característica, aunque no tengan masa. Él insistió “¿Pero entonces cómo puede existir un punto, si no tiene masa, ni dimensiones, ni ninguna característica física asociada?”

Yo le respondí, aunque no sé si con mucho acierto, que un punto existe y no existe. “Un punto no es nada en tanto que no tenga un sistema de referencia, no indique una posición, no se referencie a otro punto. Un punto existe por necesidad, porque es una nada a partir de la que podemos construir cosas que sí existen. Por ejemplo un segmento. Un punto es una nada según tu manera de entender, a partir de la que podemos construirlo todo.  Un punto es una entelequia”. Y se fue cabizbajo. No sé si poco convencido, decepcionado, o ambas cosas.

Mi recomendación va para El conocimiento del mundo físico, de Max Planck. Especialmente los ensayos XVI (Ciencia y fe) y XXI (Ciencia y religión). Grandiosos y atemporales. En gran parte podrían haber sido escritos hoy mismo.
Max Karl Ernst Ludwig Planck

1 comentario:

  1. Me apunto a tu punto nada/todo...felicidades en tu bautizo de prenda.
    Enrique

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Gracias por tu dulce comentario, prenda.