13 de enero de 2011

La espina y su rosa

A veces una canción se hace con uno en cuanto la oye. A menudo esa melodía, esa letra, se apodera tanto de nuestra mente que no podemos dejar de escucharla, de recordarla, de tararearla. Incluso, en alguna ocasión, canta lo que no seríamos capaces de confesar. “Elephant” es una de esas canciones.



En sus composiciones, Damien Rice nos susurraba sensaciones intuidas o recordadas, o pesadillas del sentimiento que se acaban materializando. Solían plantear una escena, un movimiento del alma, el instante de una emoción. Y al final, en el último verso, quizás incluso después de que la música terminase, corregían todo lo dicho, nos sorprendían con una antítesis que desmontaba todo lo anterior, o corroboraban lo cantado con un último desgarro, o abrían una puerta a la esperanza.

La mujer de su ensueño solía acompañarlo con la voz. Pero un día ella decidió echar alas y emprender su propio vuelo en lo profesional... y en lo personal. Hace unos tres años que Damien Rice entró en el infierno de una separación. Solo, sin guía, a diferencia de Dante, aún no sabe si está dispuesto a salir de allí. Nos dejó tres discos imprescindibles: O, B-sides y 9, este último del año 2006, además de una serie de directos como At Fingerprints o From The Union Chapel. Desde entonces, a excepción de alguna canción suelta para discos recopilatorios con fines benéficos, ha quedado mudo.

De Lisa Hannigan es imposible no enamorarse a primera vista, a primera escucha, a la primera caricia de su voz en nuestra espina dorsal. Aúna la ternura de Tanita Tikaram, la aparente inocencia de Suzanne Vega, la sencillez de Edie Brickell. En 2008 extrajo su primer disco en solitario, Sea Sew, un compendio de diez canciones aptas para seres vivos de 0 a 99 años. Y es que Lisa Hannigan pinta con dulzura las profundidades de una mujer despierta. Para encajar con ella, sin trampa ni cartón, sólo hay que escuchiver “I Don’t Know”.



Por el cielo cruzó una rosa. “Buscaba otra cosa”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu dulce comentario, prenda.